¿QUÉ ES ESCUCHAR?

23/10/2013 12:15

Entre todas las habilidades lingüísticas a la que menos atención se le presta en la vida cotidiana suele ser la de escuchar, pero es una habilidad muy importante, porque requiere una actividad que va mucho más allá que la cuestión física de oír.

 

¿Qué tipo de implicaciones tiene la habilidad de escuchar?

Escuchamos con un objetivo de terminado, obtener información, una respuesta, etc... o con unas expectativas de lo que vamos a oír (del tema, del registro...), por lo tanto generamos una capacidad de predecir lo que vamos a oír. En la mayor parte de las ocasiones que escuchamos podemos ver al emisor y eso nos va a dar información no verbal.

Mientras escuchamos se nos exige que respondamos a la persona que habla (feed-back, retroalimentación), para que ésta sepa si la estamos entendiendo o si necesitamos que nos repita o aclare algo.

El tipo de lenguaje oral en una comunicación cotidiana suele ser espontáneo, con pausas, con repeticiones, con cambios de ritmo y con la presencia de ruido.

 

Escuchar: Es comprender el mensaje, para ello tenemos que poner en marcha un proceso de construcción de significado y de interpretación de un discurso oral.

Para escuchar bien, el oyente tiene que desarrollar una serie de destrezas (microhabilidades), las cuales suelen enunciarse en infinitivo y son: reconocer, seleccionar, interpretar, anticipara, inferir y retener.

Además de estas microhabilidades, necesitamos conocer mínimamente el sistema de la lengua y las actitudes (que serán fundamentales) que hacen referencia a la conducta del receptor y pueden cambiar de una cultura a otra.

El proceso de escuchar es un proceso activo, por lo tanto, un buen receptor tiene actitudes de este tipo:

  • manifiesta que comprende

  • anima al emisor a seguir hablando

  • anticipa el discurso

  • tiene un buen comportamiento no verbal

  • respeta las intervenciones

 

MICROHABILIDADES

Los más pequeños necesitan trabajar aspectos más globales u otros como la atención y la retención, ya que son fundamentales para su desarrollo cognitivo. En cambio, los mayores pueden trabajar detalles del texto o inferir sobre la situación comunicativa.

El material que se debe de emplear ha de ser variado y real (grabaciones con lenguaje real, ruido ambiental, equivocaciones, titubeos, etc...). Además se deberían mostrar distintos dialectos o registros para que se acostumbren a escuchar distintos tipos de lenguaje.

 

Los alumnos tienen que tener una razón para escuchar, por tanto, antes de iniciar la conversación hay que introducir el tema, la situación, la cual conviene que esté relacionada con centros de interés del alumno. Además conviene evaluar el resultado final con los alumnos.

 

Enviado por: Benedita Dias